Confusión

Confusión
22/dic/2006



Yo soy ésa, la que tú dices que no espera
y que se arranca el alma con las manos.
La que carga en sus espaldas la venganza
y muerde las semillas del instinto
con la mirada.
La que vive sin mentiras, sin techo
y sin nada.
La de los suspiros ausentes,
la de la melancolía cansada.

Yo soy ésa que carga la mochila de los años,
la de la sonrisa hastiada,
la de la razón perdida,
la que transita por la vía sigilosa de los sueños,
con un corazón que no late
y una vida que no vive.

Y tú, tú eres el tesoro perdido de los incas,
el legado majestuoso de los Andes,
la gloria transparente de los tiempos
con la corona del éxito en la frente.
Eres el astro que circunda el mundo excelso,
con la gracia y la viveza del afortunado.

Tú eres el que cría caballitos de mentiras,
el heraldo de la eterna primavera.
el que bebe de la fuente maravillosa,
el que sonríe y con él sonríe el mundo,
el tatuado en la esfera luminosa.

Eres el versado, tanto en amores como en palabras.
Eres el todo de esta nada que yo soy
y yo soy la nada de tu todo primoroso.
Vil ejemplo de un mundo en decadencia
que confunde la belleza, la ternura y el amor,
con la mentira, el deseo y la mala pasión.