jueves, 4 de enero de 2007

Soy la dueña de tus silencios

Soy la dueña de tus silencios
A: Luis
2 /sept./02



Soy la dueña de tus silencios.
La que hurga en la molicie
de quiméricas pasiones.
La que sueña con encontrarte
en su bosque poblado de sueños.
Soy la dueña de tus silencios.
De tu no ser,
de tu nada,
o de tu todo.
Ya, ¡qué importa!

Sigo aquí, a tu sombra,
escondida en tu garganta.
Oliendo cascadas de espumas,
sintiendo que sólo soy
prisionera de la nada
y la nada al mismo tiempo.
Sin saber si aún estoy viva
o si lo que siento
es el sonido discorde
del eco de mi corazón.
O tu divagar,
lo que me da la vida.
Me detengo en tus oquedades,
sintiendo el dolor del musgo seco
rompiendo mis carnes dormidas
por la indiferencia de tus silencios.

Dime tú, estatua de bronce
en tu desierto misterio,
¿No soy acaso la llama viva?
¿No soy la fuente dormida,
que en tu llamada obligada,
le dio vida a tu osadía?

¡Estoy aquí, sigo aquí!
Soy la dueña de tus silencios.
¿Hasta cuando?
¡Dilo tú!
¡Qué se me está yendo la vida!

No hay comentarios.:

Mis nietos Ratoncitos preciosos de la mano de Dios. Mis ninitos queridos querubines de Dios. Mis razones de vida mi legado de Dios.