jueves, 4 de enero de 2007

Descompuesta

Descompuesta


Nací del germen del amor,
amanecida y descompuesta.
Me nutrí,
de la savia de los besos,
del arcoiris de las lánguidas miradas,
de esencias y sabores que perfumaron la nostalgia de mis alas.

Me alimenté
del cáliz de la vida,
de la música del viento
y de la simiente erguida.
Y fui carne,
y fui espiga,
y fui fuerte,
y fui rebelde.

Me mezclé
con el polen de la esperanza,
con las mieses que están dormidas entre la tibieza de unas sábanas,
con la tierra sin espigas,
con el placer infinito de la palabra,
con el clímax del deseo de la carne y del alma,
con los sueños irrisorios de las estrellas y las hadas
que fulminan “un te quiero”
y realzan las quiméricas pasiones
de los hombres y mujeres de este cielo.

Y salí dolida.
Y salí vencida.
Mendigando besos,
suplicando roces que marcaran esta piel ya ajada por los años y la vida.
esta piel ya dormida.
Y del cielo bajé al infierno que provoca el hielo eterno
de caricias, ya perdidas;
de placeres, ya muertos;
de heridas,
de dolores,
de olvidos...
¡ de mentiras!

No hay comentarios.:

Mis nietos Ratoncitos preciosos de la mano de Dios. Mis ninitos queridos querubines de Dios. Mis razones de vida mi legado de Dios.